Esta es la historia de un
viaje desde Salamanca a Madrid del pasado día seis de enero, y que por poco nos
quedamos atrapados como otros miles de usuarios de la autopista A-6. No tiene
nada de relevante en sí pero es que desde ese día las noticias sobre este asunto
nos están sepultando y como yo fui casi testigo quiero contarlo.
Antes de ponerme en
carretera como siempre hago llene de combustible el coche y en vista de la climatología
reinante la misma mañana del día seis estuve consultando las páginas de AEMET
para saber que nos podíamos encontrar en el trayecto. La verdad es que
anunciaban nieve en la provincia de Ávila y hasta Guadarrama, nos pusimos en
carretera y la verdad que a pesar que el día era feo de invierno y el termómetro
del coche marcaba tres grados la carretera estaba completamente limpia y ni tan
siquiera llovía. Así transcurrieron los primeros kilómetros de nuestro viaje
por la A-50 hasta que llegamos a la localidad de Peñaranda de Bracamonte donde comenzó
a nevar muy débilmente, la carretera continuaba completamente despejada y con
muy poco trafico a esa hora , las doce y media aproximadamente, no había nada
que resaltar hasta que llegamos al límite con la provincia de Ávila, allí la
nieve ya era más intensa y los campos se estaban empezando a teñir de blanco,
pero nada alarmante hasta aquel momento.
A medida que nos acercábamos
a la capital la nieve era cada vez más intensa y la calzada ya se estaba
poniendo blanca sobre todo el carril izquierdo por el que casi nadie circulábamos,
en todo este trayecto no vi ningún panel informativo que nos advirtiera de la
nieve. En cuanto empezamos a rodar por la circunvalación de la ciudad de Ávila
ya la situación era seria, empezaron los paneles informativos a indicar que deberíamos
dejar el carril izquierdo sin ocupar para que las maquinas quitanieves pudieran
pasar, de hecho me coloque detrás de una de estas maquinas´por la derecha,
durante casi veinte quilómetros, yo estaba circulando a unos sesenta kilómetros
por hora pero la calzada era de momento segura con la sal que estaba echando la
maquina que me precedía. Por cierto hasta ese momento no vimos ni un solo coche
de la Guardia Civil, lo cual a mi me daba la seguridad de que la situación de
momento estaba contralada.
A medida de que íbamos avanzando
por la AP-51 desde Ávila camino de Villacastin la nevada ya era de importancia,
todo estaba blanco en los márgenes pero la vía se podía circular con
precaución, aquí fue donde por primera vez vimos un coche de la Guardia Civil
con los destellos encendidos y los agentes haciendo señas de que se circulara
despacio, ya ves la cosa estaba clara no hacía falta la advertencia. En cuanto
pasamos la cabina del peaje en Villacastin y nos incorporamos a la A-6 el
trafico aún siendo fluido se notaba que se circulaba con precaución, vimos
varios camiones quitanieves en dirección contraria y los paneles informativos seguían
diciendo que el carril izquierdo se quedara sin uso únicamente para las
maquinas, pero sin ninguna otra advertencia que nos dijera que la situación
estaba poniéndose peligrosa, así fuimos circulando hasta el peaje de San Rafael
a donde nosotros llegamos alrededor de la una y media. Hasta este punto no
vimos ningún otro vehículo de la Guardia Civil ni los paneles advertían de
ningún tipo de restricción ni de consejo en cuanto a poner cadenas a los coches
ni nada, la situación en ese momento pasadas las trece treinta ya se estaba
poniendo en mi opinión muy seria, y así llegamos hasta la entrada norte del Túnel
de Guadarrama circulando muy despacio pero sin detenernos, hasta ese punto
pudimos ver ya varias maquinas trabajando en ambas direcciones. A la salida del
túnel la situación climatológica ya era completamente distinta y no había rastro
de nieve por ningún sitio.
Llegado a este punto
quiero hacer una reflexión; nuevamente no sé bien quien habrá sido el
responsable, pero lo mismo que lo estaba viendo yo ¿no había nadie de
Iberpistas que tomara ya una decisión o dos o tres en el sentido de anticiparse
a lo que sucedió dos o tres horas más tarde?. Lo que realmente me cabrea es que
en cuanto a los gobiernos del PP se les viene encima un problema de envergadura
son especialistas en salir a culpar del asunto a otros, en este caso el
Director General de la DGT diciendo “ que los usuarios no habíamos tomado las
precauciones necesarias”, vamos que yo tenía que haberme comprado una
quitanieves en lugar de mi poderoso KIA; pues no señor no tiene vd. razón yo había
previsto lo que podía suceder, son vds. los que no han tomado las debidas
precauciones para paliar esta catástrofe, eso sí los señores (quiero decir las
maquinas expendedoras/recaudatorias de Iberpistas) si me cobraron casi once
euros por el tramo Villacastin/San Rafael, donde no me brindaron ninguna ayuda
y fui yo el que tuve que extremar las precauciones en mi conducción para poder
llegar sanos y salvos hasta el túnel.
Nuevamente estos políticos
del PP se vuelven a esconder detrás de los ciudadanos culpándoles de lo que no
tienen culpa, como recordareis en plena crisis económica también nos hacían sentir
culpables de que “habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades”,
mentirosos compulsivos, eran ellos los que estaban haciendo manejos turbios con
el dinero y vaciando los cajones de “la pasta”.
Ahora se rasgan las
vestiduras porque la oposición no traga esta última rueda de molino y ya han
olvidado cuando en el año 2009 ellos exigieron la inmediata dimisión de la
Ministra Magdalena Alvarez y la del Presidente del Gobierno porque el
Aeropuerto de Madrid/Barajas estuvo cerrado al tráfico aéreo durante dieciocho
horas, entonces el sr. Rajoy quiso sacar rédito político de aquello; pues
entonces hoy yo también me sumo a los que piden dimisiones inmediatas por
tampoco haber sabido gestionar esta crisis.
Menuda manera de comenzar
la cuesta de enero, por lo menos no les he dedicado a los catalanes ni una sola
palabra, de momento.